Responsabilidad de la tensión de Península Coreana recae sobre EE.UU., insiste ACNC




Pyongyang, 13 de abril (ACNC) -- Los belicistas estadounidenses enviaron a la zona marítima cercana a la Península Coreana los dos portaaviones nucleares supertamaños Nimitz y Stennis hablando de la supuesta "provocación" de la República Popular Democrática de Corea y volvió a infiltrar el submarino nuclear Cheyenne en la zona marítima alrededor de la misma Península, fomentando al máximo el ambiente de guerra.
EE.UU. viene recurriendo durante varios decenios a los ejercicios de guerra nuclear contra la RPDC. Pero, es la primera vez que moviliza los medios de ataque nuclear de todos tipos a la campaña de aplastamiento a la RPDC.
La realidad demuestra que los tejemanejes de EE.UU. tendentes a desatar la guerra nuclear en la Península Coreana entran en etapa aventurera.
Debido a tal campaña de guerra nuclear de EE.UU., la situación de la región se halla en la fase peor.
La responsabilidad de la tensión actual de la Península Coreana recae enteramente sobre Estados Unidos.
El imperio yanqui se desespera para lograr de todos modos el desarme nuclear de la RPDC considerando que la fuerte capacidad militar de ella acabará con su política hostil que posibilita el cumplimiento de la estrategia de hegemonía mundial.
En este contexto, fabricó las "resoluciones de sanción" de la ONU cuestionado el lanzamiento de satélite y la tercera prueba nuclear subterránea de la RPDC realizados en diciembre del año pasado y en febrero del año en curso, respectivamente, y desarrolla con frenesí los ejercicios de guerra nuclear de gran envergadura sin precedente.
Trazó junto con los títeres surcoreanos el "plan de operaciones conjuntas para hacer frente a la provocación local" no ocultando su intento de extender la provocación del ejército títere a la guerra total nuclear contra la RPDC bajo la injerencia de sus tropas.
Llega al clímax en su brutalidad la campaña anti-RPDC que libra EE.UU. movilizando toda su capacidad política, económica y militar.
Tales hechos evidencian que EE.UU. es el responsable de la tensión tirante de la Península Coreana.
Pese a ello, intenta imponer a la RPDC la responsabilidad del caso con el fin de ejercerle la presión internacional y justificar su brutal política hostil a la RPDC.
Pero, no puede doblegar con nada la decisión antiyanqui del ejército y pueblo coreanos.
Son justas las superintransigentes contramedidas de autodefensa de la RPDC tomadas frente a los actos hostiles de EE.UU. que perturba la paz y estabilidad de la región y es cierto el triunfo de la primera.
El ejército y pueblo de la RPDC continuarán con intransigencia la batalla antiyanqui para eliminar completamente la brutal política hostil a la RPDC del imperio norteamericano.

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