Resonancia del 15 de junio




Hace 13 años, en junio de 2000, en la capital Pyongyang de la República Popular Democrática de Corea acució un suceso admirable. Es que a los 55 años de que la nación coreana fuera dividida, tuvo lugar el primer encuentro cumbre Norte-Sur que aprobó la Declaración Conjunta Norte-Sur del 15 de junio de trascendencia histórica, que estipula reintegrar el país de manera independiente y por vía pacífica.
El comunicado conjunto, apenas fue publicado, despertó pleno apoyo y simpatía en toda la nación coreana y también en las grandes masas del mundo. En la realización de la causa de la reintegración de la nación coreana se registró algo dramático y en la Península Coreana ocurrió lo nuevo que era inimaginable en el pasado.
En las esferas como la política, la economía, la cultural, la milicia, etc., se efectuaron conversaciones y negociaciones intercoreanas, dando buenos resultados para la conciliación, la unidad, la colaboración y el intercambio. Los actos proreunificación que hasta entonces se realizaban en el Norte y el Sur tuvieron lugar con solemnidad en Pyongyang, Seúl, Kumgangsan y otros lugares en medio de la gran expectativa e interés de toda la nación como grandes festivales nacionales para la reunificación a los que asistían los compatriotas del Norte, Sur y en el ultramar. En Pyongyang y Seúl se efectuaron las demostraciones de Taekwondo que es arte marcial tradicional de la nación, los juegos deportivos, las funciones artísticas conjuntas, las exposiciones de los materiales y los seminarios conjuntos de los historiadores y las exposiciones de las fotos conjuntas del Norte y el Sur, etc. Particularmente, el desfile conjunto de los jugadores del Norte y el Sur que hicieron con la bandera simbólica de la reunificación en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Sydney del septiembre de 2000 emocionó a muchas personas del mundo. Hechos como esto que hizo patente la voluntad de la nación coreana de reintegrarse, acaecieron también en los 14° Juegos Asiáticos efectuados en septiembre de 2002, los Juegos Olímpicos de Atenas en agosto de 2004 y los 15° Juegos Asiáticos en diciembre de 2006.
Se unieron vías aérea, terrestre y marítima que estaban cortadas durante más de medio siglo y se encontraron los familiares separados en el Norte y el Sur. Muchos surcoreanos visitaron Pyongyang, asistieron a la gran función gimnástica y artística Arirang registrada como la de mayor dimensión del mundo en el Libro Guinness de los récords mundiales y recorrieron los monte Paektu, Kumgang, Myohyang y otros parajes famosos de Norcorea.
Además, el Norte y el Sur efectuaron en amplia escala el apoyo de carácter humanitario y en Kaesong, ciudad cercana a la Línea de Demarcación Militar que separa Corea en Norte y Sur, se instauró una zona industrial copatrocinada por ambas partes y donde ciento y decenas de empresas surcoreanas se establecieron y se pusieron en funcionamiento, fomentando la coprosperidad.
En 2007 como un programa para implantar la referida declaración conjunta fue adoptada la Declaración del 4 de octubre, lo cual le abrió la más espléndida perspectiva al movimiento por la reintegración de la nación coreana.
Toda esta maravilla dada en las relaciones intercoreanas fue efecto de la Declaración Conjunta del 15 de junio en la que afirmaron que los coreanos mancomunarían la fuerza para lograr la reintegración territorial y la coprosperidad nacional. De ahí que los coreanos denominaran el tiempo coronado con admirables hechos que no podían imaginar siquiera en el pasado “era de la reunificación del 15 de junio”.
Pero esta era se vio gravemente afectada por la aparición del gobierno de Lee Myung Bak en Sudcorea.
La camarilla de Lee, no bien subió al trono, negó totalmente las susodichas declaraciones. Obstaculizó de una y otra manera la realización de las cooperaciones intercoreanas y perpetró continuamente provocaciones militares, empujando al Norte y el Sur al enfrentamiento. Casi todos los intercambios y cooperaciones intercoreanas del pasado fueron interrumpidos. La visita al monte Kumgang considerada como el símbolo del viaje intercoreano fue cancelada por completo. La dependencia de las fuerzas extranjeras y el enfrentamiento entre los compatriotas que la comparsa de Lee practicaron persistentemente, llevaron la Península Coreana al borde de la guerra.
Las empeoradas relaciones Norte-Sur fueron agravadas más por el actual gobierno surcoreano de Park Kun He, que apenas se estableció, acoplándose a EE.UU. que injustamente había cuestionado el lanzamiento del satélite con fines pacíficos de Norcorea, se puso al frente de las “sanciones” internacionales contra esta, haciendo interrumpirse completamente hasta la cooperación entre las entidades civiles del Norte y el Sur que se mantenían difícilmente. En cuanto a la zona industrial de Kaesong denominada “embrión del 15 de junio” y que se mantenía aún en el tiempo crítico, la calificó como la “vía para conseguir dinero prestado” y otro por el estilo y deshonró a Norcorea. Además, hablando de la tendenciosa “medida de salvación de los rehenes”, trató de introducir en la referida zona, sector económico especial pacífico, hasta a las tropas especiales estadounidenses y convertirla en un foco de la guerra, lo cual puso la zona en el peligro de ser cancelada por completo.
Los hechos corroboran patentemente que apoyar la Declaración Conjunta del 15 de junio e implantarla conduce al Norte y el Sur de Corea a la paz y la reintegración, pero negarla y quebrantarla solo al enfrentamiento y la fratricida. Cualquiera llegó a saber a las claras que la afirmación de la declaración significa precisamente la reunificación y el mentís de la misma la guerra.
La vitalidad de la declaración es sempiterna.
Ahora la nación coreana pone gran empeño en la tarea de mantener vigente la declaración y reabrir la era de la paz, la reunificación y la prosperidad. Los surcoreanos condenan a las autoridades que llevaron las relaciones intercoreanas a la bancarrota y reclaman más respetar la declaración y materializarla al pie de la letra.
El mundo desea sinceramente que la nación coreana logre cuanto antes su reintegración bajo la bandera de la Declaración Conjunta del 15 de junio y consolide la paz y la seguridad de la Península Coreana.

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