Socialismo y la confianza del pueblo coreano

Kim Jong Il nació, el 16 de febrero de 1942, en el monte Paektu que fue punto de apoyo de la lucha armada por liberar el país de la ocupación militar de Japón. En aquel tiempo los guerrilleros antijaponeses, deseosos de que él, heredando la causa del General Kim Il Sung, Sol de la nación, fuera la estrella que orientara el país, dejaron inscritas en los árboles de las selvas las siguientes escrituras:
” Oíd Corea y compatriotas. Os avisamos el nacimiento de Kwangmyongsong (Estrella Luz) del monte Paektu”,”¡Viva Kwangmyongsong del monte Paektu que irradia sobre el territorio de tres mil ríes¡ y etc.
Kim Jong Il, al matricularse en el año de 1960 en la Universidad de Kim Il Sung en Pyongyang, compuso una poesía titulada”Corea, te haré grande”, en la que juró que acatando al propósito de Kim Il Sung, se responsabilizaría del país y lo llevaría a un espléndido porvenir.
Cumplió su propósito. Enriqueció y desarrolló tanto la idea Juche que fueran idea rectora del país y la época y las aplicó al pie de la letra, convirtiendo el país en un poderoso, invencible país socialista.
Corea, por tener a Kim Il Sung y Kim Jong Il, es calificada de “país del Sol y la Estrella”.
Pero a finales del siglo pasado cuando en no pocos países el socialismo se desmoronó y la ofensiva antisocialista de las fuerzas aliadas imperialistas se concentraba en Corea y Kim Il Sung, Presidente de este país falleció, la sociedad internacional conjeturó que allí se operaría el cambio de la política. ¿Acaso ella podría defender el socialismo? Era una aprensión inútil.

“Que no me esperen ningún cambio”, declaró con resolución
Kim Jong Il y continuó “Soy hijo de la guerilla. Por muy grande que sea el obstáculo con que nos tropecemos en el avance, heredando el espíritu de los revolucionarios de sobreponerse a las dificultades, nos debemos empeñar sin titubeo”.
El pueblo coreano no solamente defendió el socialismo, sino también avanza con alta confianza para alcanzar una gran meta: la construcción de la potencia socialista gracias a la sabia dirección del Máximo Dirigente Camarada kim Jong Un, idéntico a los Grandes Líderes Kim Il Sung y Kim Jong Il.
Su convicción al socialismo se arraiga en que el socialismo le propicia un espléndido porvenir, en la confidencia de que su ideología y régimen son los más justos y ventajosos, y en la convicción de que ellos son capaces de crear con su propia fuerza la vida feliz. Seguir invariablemente, digan lo que digan otros, su ideología y lineamiento, apreciar más que su vida las tradiciones históricas y los principios establecidos en la construcción del socialismo y pensar que si supera las pruebas y penalidades, disfrutaría de felicidad, esta es el potencial espiritual del pueblo coreano que ha hecho del socialismo su credo.
La convicción del socialismo del pueblo coreano está basada en la confianza en la justeza de la idea y la teoría socialistas, que son precisamente las centradas en las masas populares.
Su característica consiste en reclamar construir una sociedad en la que las masas populares sean dueñas de todas las cosas y estas estén en servicio a aquéllas y que se desarrolle en virtud de la fuerza unida de ellas.
El pueblo coreano las apoya plenamente. Con la firme confianza en la justedad de ellas no se muestra vacilante nunca ante el cambio de la situación y cuanto más intensa que hace la ofensiva antisocialista, tanto más se redobla, consagrando lo todo para defender el socialismo y hacerlo brillar.
La convicción del socialismo del pueblo coreano se fundamenta en la superioridad del régimen socialista propiamente coreano.
Pasaron 60 años desde cuando en Corea triunfó una revolución socialista y se implantó el régimen socialista. Durante el tiempo transcurrido el pueblo coreano se convenció profundamente de que ningún régimen social en el mundo es mejor que su socialismo centrado en las masas populares.
El socialismo coreano les deparó a todas las personas la dignidad humana y una auténtica vida. En la RPD de Corea no hay ni el privilegio y la arbitrariedad de la clase explotadora, ni la enemistad y el recelo entre las personas, ni tampoco el origen social de inmoralidad, depravación y el fenómeno de la ley de selva. Aun en el difícil período se impartieron constantemente la enseñanza y la asistencia médica gratuitas y se tomaron medidas para fomentar el bienestar material y cultural de la población. Allí reina bello y noble rasgo con lo que todos se abniegan para la sociedad y el colectivo y consagran a favor de los compañeros su sangre y carne e incluso su vida. Los coreanos, aunque no llevan una vida abundante y lujosa de la que millonarios disfrutan, sienten un gran orgullo de tener dignidad innata del hombre y vivir en una armoniosa sociedad humana.
La convicción del socialismo del pueblo coreano se enfoca en la confianza exclusiva en su dirigente.
El Máximo Dirigente Kim Jong Un, Presidente del Comité de Estado de la República Popular Democrática de Corea, quien llevando adelante la ideología y la causa de su predecesor– el Presidente Kim Il Sung y el General Kim Jong Il– conduce la causa del socialismo hacia la victoria. Es ideólogo y teórico sin igual e invicto estratega que aun en cualquier situación y circunstancia complejas ilumina claramente el camino por seguir el socialismo coreano. Además, como un genio de la creación y la construcción, insufla en las personas la fe en la victoria y el valor y convierte el mal en bien y la adversidad en la felicidad, registrando cambios seculares. El pueblo coreano está firmemente convencido de que siempre ganará la victoria bajo su dirección.


Cálculo económico para el pueblo
En la República Popular Democrática de Corea no se toma en consideración los ingresos y egresos en las cosas para el pueblo.
Comparar la proporción de entre ellos constituye el cálculo económico general destinado a elevar la productividad y la rentabilidad. Invertir solo para cosas provechosas se considera como una fórmula en la administración empresarial.
Pero, en la RPDC se ven hechos asombrosos, contrarios a tal fórmula, ya que no se escatiman inversiones en cosas para la población por muy infructíferas que sean.
Cierto año tuvo lugar la reunión consultiva de los funcionarios de la industria alimentaria en la presencia de Kim Jong Il (1942-2011), Presidente del Comité de Defensa Nacional, a quien informaron la opinión de posponer la construcción de una fábrica de alimentos debido a la falta de fondos. El informado, sumergido un buen rato en profundas reflexiones, les dijo quedamente que por supuesto era necesario hacer cálculos para tal construcción, pero no en todos los casos, que en los quehaceres para el pueblo tenían que ser madre quien no escatima nada para los hijos y solo con la ternura materna podían dar beneficios al pueblo aunque fuera pequeño, que generalmente dicen que no deben hacer negocios sin provechos, pero sí para el pueblo, que no anteponer el balance en cosas para el pueblo era su método de cálculo aritmético, de cálculo económico.
Sus palabras dejaron una profunda impresión a los participantes en la cita.
Gracias a tal sublime amor al pueblo de los Líderes, en la RPDC se ponen en primer plano los beneficios para los ciudadanos antes que los provechos al elaborar una política o construir una arquitectura maravillosa.
Tal cálculo económico trajo una realidad muy admirable: el sistema de asistencia médica gratuita, el de educación gratuita, el suministro diario de leche a los niños, el suministro a precio muy barato de los alimentos básicos y de artículos de primera necesidad, la distribución gratuita de las viviendas modernas a los ciudadanos, la tarifa casi gratuita de los medios de transporte público, etc.
Las creaciones levantadas últimamente con la inversión de fabulosa cantidad de fondos como el Área de Recreo del Pueblo de Rungna, la Casa de Reposo de Científicos de Yonphung y el Reparto Ryomyong son también el resultado de aquel cálculo económico del Partido del Trabajo de Corea y el gobierno de la RPDC que antepone la dicha y comodidad del pueblo a los provechos.

Instituto de Amistad Cultural Coreano-Brasileño