Partido en servicio al pueblo


“Nuestro partido existe para el pueblo y se empeña para el interés de éste”, dijo Kim Jong Il, Secretario General del partido del Trabajo de Corea(PTC) que tiene como su idea directiva la Juche de que el dueño de la revolución y su construcción son las masas populares y la fuerza que las impulsa la tienen también éstas y que establece todas las líneas y políticas reflejando la exigencia y aspiración de ellas.
Kim Il Sung, fundador del Partido, siempre estando entre las gentes, les
prestó oído y sintetizó lo que ellas deseaban y exigían, para establecer líneas y
políticas, cuya prueba es la orientación de la reforma agraria del PTC
presentada en el período de la revolución democrática que hizo el pueblo
coreano liberado del yugo colonial del imperialismo japonés (agosto de 1945).
Para redactar esa orientación Kim Il Sung, aunque estaba ocupado por orientar
el conjunto de la edificación de una nueva sociedad, visitó muchas aldeas
rurales, escuchó decir a los agricultores y conoció en detalle de la situación del
campo. Como resultado de la puesta en practica de ella fueron confiscadas
sin recompensa las tierras de propiedad de los imperialistas japoneses,
traidores a la nación y terratenientes y distribuidas sin indemnización a los
campesinos sin o con poca tierra.
El 5 de marzo de 1946 cuando fue promulgada la Ley de la Reforma Agraria es definido como el día de la realización del deseo secular del pueblo coreano de ser auténtico dueño de la tierra.
También todas otras líneas y políticas del PTC como la línea fundamental de la construcción económica socialista de fomentar primero la industria pesada y, al mismo tiempo, la industria ligera y la agricultura presentada después de la guerra coreana (1950-1953) y la de desarrollar simultáneamente la construcción económica y la de la defensa nacional presentada al comienzo de la década de 1960 frente a las cada vez agravantes maquinaciones de agresión del imperialismo norteamericano, reflejan la aspiración y las exigencias del pueblo coreano por ser dueño de su destino y establecer un país soberano, independiente, rico y poderoso.
Igualmente la política de Songun (priorizar los asuntos militares), la fundamental de Kim Jong Il, del PTC, es, diríase, el más acertado reflejo de la realidad del país y el deseo de las gentes de vivir como seres independientes.
Kim Jong Il orienta el empeño para efectuar la ya presentada línea de construir una gran potencia socialista próspera en la que todo florezca y las gentes vivan felizmente sin tener nada que envidiar en el mundo, en reflejo del deseo secular
del pueblo coreano.
Preferir el interés del pueblo a otras cosas es un principio que el PTC mantiene invariablemente, cuya prueba son Gran Teatro de Pyongyang, Teatro

Artístico Provincial de Hwanghae del Norte, Cine de Taedongmun,
Restaurantes Okryu y Chongryu, Parque Juventud de Kaeson y otros servicios
públicos, recientemente construidos o reconstruidos.

Para estas obras el PTC desembolsó colosal cantidad de fondos aunque se necesitaba gran inversión en la defensa del país y el sector económico en las condiciones en que
impulsaba la construcción de una gran potencia próspera frente a las permanentes provocaciones y sanciones económicas de los EE.UU.
Un experto en cinematografía de occidente que había visto el Cine de Taedongmun reconstruido dijo:“Nuestro país autocalificado de desarrollado en lo económico y en lo cultural no tiene un cine maravilloso como éste. Lo más incomprensible es que este cine no es sino para las gentes ordinarias.”
Este hecho es producto del noble criterio sobre el pueblo de los dirigentes del PTC.
Cierta vez el Presidente Kim Il Sung dijo o una personalidad extranjera que le había preguntado con qué iba a recuperar lo que perdería por la entrega gratuita de los uniformes a los niños y escolares, que l apérdida para el pueblo no era pérdida en modo alguno y que cuanto más perdiera para él tanto más bueno resultaría. También el Secretario General Kim Jong Il siempre sugiere no calcular juncales ingresos y egresos en el asunto para el pueblo.
Cuando, según dicen, algunos funcionarios, informando al Presidente Kim Il Sung que el pintoresco monte Myohyang tenía un gran yacimiento de oro, propusieron abrir allí una mina, él no lo aceptó por la posible devastación del lugar de reposo y descanso del pueblo.
Unos años antes el Secretario General Kim Jong Il visitó la obra de la Central Hidroeléctrica de Samsu en el norte del país, donde conoció primero de las viviendas de los moradores de la zona que se quedaría anegada y aconsejó no causarles ni un momento inconveniencias a los habitantes y anteponer la construcción de las casas a la obra.
El PTC atiende con responsabilidad la vida de las gentes.
Orientando durante varios decenios la construcción socialista logró realizar la enseñanza obligatoria general de 11 años y la asistencia médica general gratuitas, de nivel más alto, abastecer a precio barato las provisiones a todas las gentes, construir viviendas a expensas del Estado y distribuirlas gratis y hacer del país el único sin impuestos en la Tierra, en virtud de lo cual el pueblo coreano se ha hecho un pueblo feliz, libre de las preocupaciones por alimentarse, vestirse, alojarse, curarse, instruir a los hijos y tributar.
Tal política del PTC se puso en práctica también en la década de 1990 cuando el país pasaba pésimas dificultades económicas por las extremadas sanciones y bloqueos económicos de los imperialistas acaudillados por los norteamericanos, las sucesivas calamidades naturales, etc.
En el mismo período fueron renovados los lugares famosos como catarata Ullim, gran cueva Ryongmun y montes Kuwol y Chilbo, y en los parajes pintorescos preparados lugares de descanso público, sanitarios y casas de reposo.
En su interminable recorrido de inspección el Secretario General Kim Jong Il se informa primero de la vida de las gentes y como padre carnal preocupa por sus pormenores.
No es casual que el pueblo coreano califica del PTC como “partido-madre”.

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